La sala del Cine Verdi donde está a punto de estrenarse la última película de Jeremy Irons, Pintores y reyes del Prado, está a reventar. Conchita Casanovas, la directora del festival, se adelanta a presentarlo. La idea es que durante cinco o diez minutos resumirá su trayectoria profesional para que luego el público lo reciba con una salva de aplausos. Así que me dispongo, en la antesala del cine, a traducir en exclusiva para el gentleman británico la presentación que Conchita hace ante un público entregado. Pero Jeremy Irons no está nunca solo. Le acompaña un séquito de patrocinadores, organizadores, voluntarios… que hablan entre sí, haciendo mi trabajo prácticamente imposible. Ante el murmullo creciente de todas las personas que rodean a Jeremy Irons alguien desde dentro de la sala decide cerrar las cortinas que separan esa antesala de la sala de visionado, a fi de amortiguar las conversaciones. Ahora sí que imposible, le digo a Jeremy Irons. Me disculpo y él, con esa naturalidad y elegancia, sin darle la más mínima importancia, me contesta: “I know absolutely everything about me. Just tell me something about you now!” Por suerte el resto de días e intervenciones transcurren sin el menor percance! Pero qué manera tan bonita de salvar la situación, no?