No tuvo que pasar un casting para convertirse en el sucesor de Stieg Larsson y continuar la saga ‘Millennium’, que ha vendido 85 millones de libros (cinco en España). La historia fue más sencilla y circunstancial: su agente literaria es la misma que la del fallecido escritor sueco y un día, hablando con los herederos que estaban dando vueltas a la idea de seguir la trilogía, les sugirió el nombre de David Lagercrantz, un periodista especialista en recrear vidas ajenas. Había publicado media docena de libros: novelas basadas en personajes reales, como el matemático británico Alan Turing y una biografía en primera persona del futbolista Ibrahimovic, que superó el millón de ejemplares, titulada ‘Soy Zlatan’.
Viste de manera informal, pero elegante. Procede de una familia de la alta sociedad sueca, cuyo padre, Olof Lagercrantz, fallecido recientemente, fue uno de los críticos literarios más influyentes del país y un especialista en Strindberg.
Cuando le hablamos del Nobel que la Academia sueca siempre negó a Borges, y señala: «Mi padre es inocente. Borges es un autor que he leído y admiro». De tradición le viene. En su familia se hablaba de Joyce, de Proust, de Dante, de Goethe… Nunca de best-sellers. La sombra del padre posiblemente se proyectó en su titubeante carrera de escritor.
“Millennium”, por lo tanto, no fue una de sus lecturas prioritarias cuando se publicó en el año 2004, tras fallecer su autor, Stieg Larsson, dejando los dos siguientes títulos terminados: «Me puse a leer las novelas de Larsson cuando empezaron a tener reconocimiento internacional. Quise saber qué es lo que había en aquellas novelas escritas por un periodista de las que todo el mundo hablaba».
Y así fue como empezó a leer ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’, ‘La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina’ y, finalmente, ‘La reina en el palacio de las corrientes de aire’, tres novelas que le gustaron, si bien le costó entrar en la historia de Los hombres que no amaban… como a tantos otros lectores. Una vez concluidas, y vistas con perspectiva, afirma, sin ninguna duda. «La mejor novela es la primera. Es en la que se desarrolla la trama más compleja y en la que Larsson supo resolverla con precisión”.
Stieg Larsson concibió ‘Millennium’ como una saga de 10 novelas, que posiblemente tendría esbozadas, quizás en su cabeza, porque no se han encontrado documentos con sus apuntes. Se habló de que Eva Gabrielsson, su compañera sentimental con la que vivió 32 años, poseía un borrador de 200 páginas de la cuarta entrega. El enfrentamiento entre ella, que no estaba casada con Larsson, y los herederos legales ha complicado demasiado el futuro de Millennium. De hecho, Eva Gabrielsson no era partidaria de que la serie se continuara y se ha negado a leer la nueva novela.
Para David Lagercrantz ha sido la oportunidad de su vida, y no dudó en aceptar ser el continuador de Larsson. «Soy un viejo periodista, me gustan los encargos y me mueven y me excitan los grandes desafíos». Una vez acabada la novela, y tras hablar con los herederos y la editorial, se animó a escribir dos libros más, por lo que Millennium se quedará en seis títulos. Este planteamiento no lo tuvo desde el principio.
«Mi primer reto fue sobrevivir al lío en el que me había metido. En estos dos años he vivido muy preocupado por salir airoso e indemne de este encargo y durante este tiempo me ha perseguido la sombra de Larsson. Luego, cuando recibí las impresiones de los traductores (que son los mismos que han vertido los títulos anteriores) y aparecieron las primeras críticas, ya me sentí más tranquilo y fue cuando planeamos dejar Millenium en seis novelas».
Así que Lagercrantz volvió a releer Millenium ya con otros ojos y otra mirada, buscando esos hilos de los que tirar para seguir recreando de una forma natural el mundo de Larsson.
«No he intentado imitar su estilo, sino captar su espíritu y trasmitirlo con mi propio estilo, que parte del periodismo, como el de Larsson. Lo que me ha resultado más complicado es construir una trama compleja y original que funcionara perfectamente y mantener la tensión narrativa».
El oscuro pasado de Lisbeth Salander es uno de los temas clave que irá recreando en las dos siguientes obras. «La infancia marca demasiado y es algo fundamental para el desarrollo de tu vida». Y lo dice con conocimiento de causa.