Hace más de treinta años, en la remota Laponia Occidental, un psicoterapeuta y profesor de Psicoterapia llamado Jaakko Seikkula inició, junto a la psiquiatra Birgitta Alakare y otros compañeros, una pequeña revolución en el abordaje de los trastornos mentales severos que ahora, sin prisa pero sin pausa, parece extenderse al resto de Europa y echa raíces en el Lejano Oriente o América. Lo llamaron Diálogo Abierto, denominación que ilustra con bastante precisión lo que Seikkula y sus colegas pretendían; abandonar la tradicional bilateralidad de los tratamientos psiquiátricos para implicar en los mismos no sólo a paciente y profesionales sino también a su entorno. Y dialogar, claro. Dialogar sobre las opciones del principal interesado, el paciente, sobre sus preocupaciones, sobre sus decisiones. Una red de apoyo que se adivina imprescindible en situaciones de especial vulnerabilidad a las que, como el propio Seikkula advierte, todos podemos estar expuestos en cualquier momento de nuestras vidas.
El profesor Seikkula estuvo en Barcelona el pasado 20 de octubre como ponente en las I Jornadas Internacionales de la Asociación Nueva Psiquiatría, y fue un placer escucharle y traducirle.