El veterano director británico Mike Newell ha sido el encargado de inaugurar la segunda edición del BCN Film Fest con una película ambientada en la segunda Guerra Mundial que refleja el poder de los libros y hasta qué punto la lectura puede cambiar la vida de las personas.
Con el sugerente título La Sociedad literaria y el pastel de piel de patata, basado en la novela de Annie Barrows y Mary Ann Shaffer, el filme explica la historia de una joven escritora londinense que encuentra el argumento de su próximo libro en una carta que recibe de un desconocido desde la pequeña isla de Guernsey, situada en el Canal de la Mancha.
Newell, autor de la exitosa comedia Cuatro bodas y un funeral, Donnie Brasco o Harry Potter y el cáliz de fuego, ha asegurado en rueda de prensa que lo que más le atrajo del guión fue la descripción de Juliet, a la que da vida Lily James, y su decisión de buscar su lugar en el mundo tras haber perdido a sus padres. “
El realizador ha recordado que durante la guerra su padre trabajaba en una constructora y se encargaba de reparar los efectos de los bombardeos. El pequeño Newell acompañaba muchos días a su progenitor : “Teníamos que presentar un Londres con aspecto deprimente, con edificios demolidos, agrietados, con las paredes hechas añicos y además el Reino Unido de aquella época era una sociedad muy pobre, sin apenas alimentos, ni calefacción, por tanto los ánimos estaban deprimidos, la gente no era feliz”, ha recordado.
El filme, que se estrena en España el próximo octubre, está rodado con una gran sensibilidad y toca temas tan profundos como la fraternidad en tiempos convulsos y la necesidad de perseguir nuestros sueños. La protagonista es una mujer con dinero, independiente y moderna que no duda en aparcar una vida de comodidades para aventurarse en un viaje que la transformará para siempre y en el que los libros juegan un papel determinante.
Preguntado por la coincidencia de varias películas ambientadas en la década de los cuarenta, como Churchill, Dunkerque o El instante más oscuro, Newell incide en que se trata casi como “una especie de obsesión”, porque “fue la última vez que los británicos tuvimos importancia en el mundo”.
El proyecto, que ha durado diez años, necesitó de cinco borradores antes del guión definitivo: “Todo el mundo asume que una película cae del cielo por inspiración divina, pero tuvimos que trabajar mucho y el guionista tuvo que darle muchas vueltas”, ha recalcado durante su intervención en la sala principal de los cines Verdi.
Por su parte, los productores Paula Mazur y Graham Broadbent han explicado que lo que más les atrajo de la novela original es que se trataba de “una historia inusual, pues poco se sabe de la ocupación nazi en la isla de Guernsey, ni siquiera en el Reino Unido”. Según Mazur, Juliet está buscando algo diferente, quiere “dar un sentido a su vida y se siente atraída por la historia de ese club de lectura que gracias a la literatura sobrevive a la ocupación nazi”.