Cuatrecasas i Dara

Hoy he pasado todo el día en Cuatrecasas. Pero no es del Consejo de Administración de lo que quiero hablaros. Este post va dedicado a Dara, y a todas las Daras del mundo que con su sonrisa y buen hacer iluminan nuestro día a día.

Me tomo unos minutos de descanso fuera de la sala mientras espero pacientemente a que llegue mi turno de nuevo. La mañana es especialmente densa, los miembros del Consejo se interrumpen entre sí (algo inevitable), y sus comentarios sotto voce hacen nuestra tarea especialmente difícil. Seguramente se me  ha escapado un suspiro, porque aparece Dara con una coca-cola y un vaso y me sorprende con su sonrisa. “Te apecece una coca-cola? O prefieres quizá una light?” Dara no conoce la palabra pereza. Se presenta alegremente como la camarera de planta: “me ocupo de que no os falta de nada, y de que estéis a gusto todo el tiempo que pasáis aquí”

Sirve los cafés con la misma elegancia y discreción, y el mismo celo profesional que los abogados para los que trabaja.

Le pido que me de su mail, para enviarle este post, y alaba mi letra a la vez que me anuncia (otra vez con una sonrisa!) que la comida parece exquisita, que ya está a punto, y que hay dos tipos de ensalada!

Sí, las cuentas de explotación son muy importantes. Y los resultados anuales. Y los beneficios antes de impuestos.

Pero nada sería posible sin el diligente trabajo de todas las piezas del puzle. Y Dara es, sin duda, una de ellas.

Desplaça cap amunt

Vaig començar a treballar com a intèrpret de conferències l´any 1992. El meu primer treball va ser ni més ni menys que durant els Jocs Olímpics de Barcelona. Per a mi va ser un orgull participar, ja que em va permetre compaginar dues coses amb les quals gaudeixo enormement, l’esport i la professió.

Durant els primers anys volia ser totes i cadascuna de les professions que compartia des de la perspectiva de la cabina d’interpretació. D’aquesta manera, després de contagiar-me de l’entusiasme dels esportistes que ens representaven i somiar amb ser olímpica en vela lleugera vaig arribar un altre dia a casa decidida a convertir-me en la millor coach. En respectat cirurgià infantil. En la més eficient ortodoncista. En la reconeguda directora d’una editorial. En fabricant de salvaescaleras. En model d’alta costura. En conductora de la nova línia de metro. En actriu, en escultora. En infermera. En presidenta d’un consell d’administració.

Aviat em vaig adonar que em resultaria impossible abastar tanta professió per atractiva que fora, i vaig decidir deixar-me portar i gaudir posant veu a totes aquestes persones que he tingut el privilegi d’interpretar i portar-me a casa una miqueta de cadascuna d’elles. Perquè no puc negar que tots i cadascun dels meus clients han deixat en mi alguna cosa de la seva persona, i m’han fet créixer també professionalment.