Intérpretación remota durante el seminario Los campos de refugiados en tiempos de Covid-19

La Fundación Solidaritat UB organizó, el 11 de mayo, un segundo webinario sobre situaciones, acciones y respuestas a la pandemia en los campos de refugiados. Para ello contó con la presencia de Mª Jesús Vega Pascual, responsable de comunicación de la Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Lorraine Lette, abogada el Lesbos Legal Center y el testimonio del estudiante congoleño Roger Subira, seleccionado por el programa Universitat Refugi que no pudo llegar a Cataluña al declararse el confinamiento y el estado de alarma en España. Actualmente Roger sigue las clases del curso de transición a la Universidad de Barcelona desde el campo de refugiados en el que vive, en Uganda.

Entre otros problemas Roger destacó: la falta de acceso a un ordenador, la falta de acceso a internet, los cortes en la red eléctrica, la saturación del camp de refugiados con todos los problemas que conlleva. Muchos dependen de la donación del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, que consiste en menos de 60 dólares por persona al mes, ya que no pueden desplazarse a realizar otras actividades para su sustento.

En el campo de refugiados destaca los casos de violencia doméstica que afectan a mujeres y niños sin que las autoridades intervengan, la malnutrición y probreza, el aumento de los índices de delincuencia y los embarazos no deseados entre adolescentes.

 

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Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.