Intérprete de conferencia: Marilynne Robinson

Cualquiera puede rehacer su vida, incluso los más desfavorecidos. Este es el mensaje que la estadounidense Marilynne Robinson nos transmite en ‘Lila’, la emotiva historia de superación personal de una chica que inicia una nueva vida después de una existencia llena de penalidades. Robinson consigue dotar de cuerpo y alma al personaje de la joven Lila y también el del viejo reverendo protestante John Ames, los dos protagonistas de esta historia que transcurre en el pequeño pueblo de Gilead, en Iowa.

La relación afectiva entre estos dos personajes de vidas y orígenes tan distintos resulta convincente porque, en el fondo, ambos se necesitan. Los mejores fragmentos son aquellos en los que la autora recrea la errática peripecia vital de la joven con el grupo de hombres y mujeres que sobreviven haciendo trabajos ocasionales en los campos de la América profunda. Un sobrecogedor retrato colectivo de los olvidados que se resignan a su destino sin perder la dignidad.

Encontramos también un mensaje profundamente religioso, con referencias a fragmentos de la Biblia, que ayudan Lila a reflexionar sobre su vida y la conversión espiritual.

Me cae bien, Marilynne. Entre entrevista y entrevista me confiesa que antes la soledad era un bien muy preciado, y que ella siempre ha buscado momentos de soledad para reflexionar y que disfruta de ellos! No puedo estar más de acuerdo con ella, alguna vez cuando alguien me pregunta pero… hoy comerás sola? Irás sola? Te quedarás sola esta mañana o esta tarde? Muchos temen quedarse solos por miedo a enfrentarse a si mismos, pero ese ya sería el tema de otra entrada.

Marilynn

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Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.