Intérprete de conferencia durante las entrevistas entre Ricardo Scamorci y Antonia Desplat (Modi, three days in the wing of madness) y los medios de comunicación

Modigliani, tres días en Montparnasse, es el segundo largometraje de Johnny Depp, y se estrenará en cines en España el próximo 21 de marzo.  Describe un torbellino de 72 horas en la vida del artista bohemio Amedeo Modigliani, conocido como Modi por sus amigos, siguiendo una caótica serie de acontecimientos en las calles del París desgarrado por la guerra en 1916. En su huida de la policía, sus compañeros Maurice Utrillo, Chaim Soutine y la musa de Modi, Beatrice Hastings, le hacen replantearse su deseo de poner fin a su carrera y abandonar la ciudad. Modi pide consejo a su amigo y marchante de arte, Leopold Zborowski. Sin embargo, tras una noche de alucinaciones, el caos en la mente de Modi alcanza su punto álgido cuando se enfrenta a un coleccionista americano, Maurice Gangnat, que tiene el poder de cambiar su vida.

Desde Silvia Palá Intérpretes hemos tenido ocasión de entrevistar al protagonista, Ricardo Scamorci, que ya encarnó a otro pintor de vida ajetreada en La sombra de Caravaggio, y a Antonia Desplat como Beatrice Hastings.

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Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.