Interpretación remota durante las entrevistas a Eric Lavaine, director de Un tour chez ma fille (Vuelta a casa de mi hija)

Fuente de información: Filmaffinity, Sensacine, Acontracorriente Films

Vuelta a casa de mi hija es una entretenida comedia del director de “Barbacoa de amigos”.

Protagonizada por la dos veces ganadora del César Josiane Balasko (“El erizo”), la tres veces nominada al César Mathilde Seigner (“Un verano en Ibiza”) y Jérôme Commandeur (“Bienvenidos al Norte”).

Mientras hacen reformas en su apartamento, Jacqueline queda encantada con la obligación de pasar “unos días” con su hija mayor Carole y su yerno, ambos en terapia de pareja. Estos «pocos días» se convierten en «unos meses” y Jacqueline se siente rápidamente como en casa; prepara cenas, acapara la televisión, reorganiza la cocina… ¡Mamá está aquí y nadie sabe por cuánto tiempo!

 

 

Foto: Cartel oficial de la película

Scroll al inicio

Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.