Interpretación remota durante las entrevistas entre William Nicholson y los medios de comunicación

Regreso a Hope Gap, del director y guionista británico William Nicholson, recibió el Premio a la Mejor Película durante el IV Festival Internacional de Cine de Barcelona – Sant Jordi (BCN Film Fest), que se celebró en los cines Verdi de Barcelona entre el 25 de junio y el 2 de julio, siendo el primer festival de cine “en vivo” de Cataluña después del estado de alarma.

El jurado destacó, con razón, la obra de Nicholson “por ser una inteligente y profunda reflexión sobre el conflicto de una ruptura y el dolor de una pareja que hace muchos años que están juntos, en un relato de soledad, falta de lealtad, desconfianza y miedo a la muerte, subrayada por unos textos inteligentes y poéticos que explican perfectamente la historia”.

Bill Nighy y Annette Bening dan vida a los protagonistas, un matrimonio mayor que viven junto a los acantilados de la costa inglesa al sur de Londres en una relación supuestamente perfecta pero, efectivamente agotada. La visita de su hijo un fin de semana la aprovechará Edward para decirle a Grace que quiere romper con ella. Josh O’Connor, en el papel del hijo, Jamie, se ha llevado el Premio al Mejor Actor del festival.

Una película para reflexionar que no dejará a nadie indiferente.

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Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.