Interpretación remota durante el programa Hablemos de… con Olivier Marboeuf sobre Tony Cokes

Hablemos de… Una estiba de imágenes, con Olivier Marboeuf, comisario independiente.

La obra de Tony Cokes ofrece una oportunidad para hablar del de-speaking cinema, un conjunto de estrategias que pretenden producir una ecología de la minoría, lugares para respirar, en el corazón de un espacio audiovisual tóxico. Y también una forma de utilizar el lenguaje fuera de toda dialéctica, para desmantelar la violencia del lenguaje a través del propio lenguaje, en una poética de la confusión.

Los vídeos de Cokes nos permiten vislumbrar, detrás y debajo de la hipervisibilidad de algunos cuerpos, nuevas formas de extractivismo y agotamiento, pero también revelan hasta qué punto las manifestaciones más deslumbrantes y extáticas esconden poderosas fuerzas de invisibilización y ejecución.

Sus obras llaman la atención sobre lo que está oculto en esta estiba de imágenes y textos, sobre su economía invisible. Esta práctica de la atención –vinculada al legado o legados de la crítica feminista de la narración– adopta, en el caso de Coke, una forma singular a través del acto de repetición, de la remezcla, que no significa en modo alguno un eterno retorno, sino más bien un rodeo o desvío a través de y hacia lo que no es inmediatamente visto, comprendido, sentido: el fantasma del texto.

Un diálogo sobre la obra de Tony Cokes con Olivier Marboeuf

Scroll al inicio

Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.