Intérprete de conferencia en Si no puedes vencerlos…

FullSizeRenderSi no puedes vencerlos… ¡únete a ellos! Es el mensaje que se desprende de la conferencia pronunciada ayer por Jacques Douillon en la sala de proyecciones del cine Zumzeig.

El cine Zumzeig nace en la calle Béjar 53, en el distrito de Sants-Montuïc, con el ánimo de enriquecer la oferta cinematográfica de Barcelona. Su particular propuesta de cine-bistrot hace del Zumzeig un nuevo lugar de encuentro en la ciudad para cinéfilos y espectadores de todo tipo. Encontramos cine independiente, documentales, obras de artistas visuales, mediometrajes… Zumzeig apuesta por exhibir la obra de cineastas con una voz personal, o que se alejan del pensamiento único, escogidos por su particular posicionamiento estético, político, social y filosófico. Solo por esto, ¡bravo!.

Ante un público entregado y con más de 40 años de experiencia a sus espaldas, el realizador francés ha presentado “Mes séances de lutte” (Love battles) en esta pequeña y discreta, pero no por ello menos encantadora, sala de proyecciones.

Durante su discurso pausado y con esa ironía que sólo se acumula con los años Jacques Douillon se ha referido con resignación a la lucha para evitar el declive del séptimo arte entre un público sobre estimulado por las tecnologías móviles por excelencia. La complicidad entre cineastas, realizadores, salas de proyección, la piratería e internet como única vía de supervivencia.

“Mis sesiones de lucha”, no dejéis de verla! Un grito a favor del cine de autor.

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Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.