Intérprete de conferencia entre el colectivo Putas Indignadas y la asociación feminista Code Pink

En el barrio del Raval hay un grupo de mujeres que ejerce la prostitución en la calle.

Durante largo tiempo, además de ser mal vistas y estigmatizadas por la opinión pública, han sido objeto de discriminación y persecución policial. Pero un día dijeron basta, que ya no iban a permitir que las coses siguieran como estaban.

Así fue como dieron vida al colectivo  Putas Indignadas, para defender sus derechos y exigir respeto. Janet, una de las chicas pertenece al colectivo, explico a la organización feminista Code Pink la historia de su colectivo, y todo lo que han logrado con su organización.

Janet lleva más de 30 años ejerciendo. Es una mujer pequeña y de voz suave, que impresiona por la valentía que transmite con sus palabras, pero sobre todo por la naturalidad con la que habla sobre su profesión. Me habla orgullosa del máster que ha terminado su hijo en ingeniería biomèdica.

A raíz del aniversario de la muerte de Juan Andrés Benítez después de una redada policial en el Raval los distintos col·lectives del barrio ocuparon el solar de la C/Aurora 13 y decidieron demostrar que son capaces de auto-gestionarse.

Desde entonces coincident en el solar más de 70 nacionalidades distintas, que son las que configuran el barrio. Allí se reúnen para comer, fumar, cantar, jugar a las cartas, intercambiar penes y hacer un frente común que les permita hacer más llevadera su muchas veces precaria existencia.

 

Scroll al inicio

Experiencia en interpretación simultánea de conferencias desde 1992. Mi primer trabajo fue nada más y nada menos que durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. Para mí fue un orgullo participar, ya que me permitió compaginar dos cosas con las que disfruto enormemente, el deporte y la profesión.

Durante los primeros años quería ser todas y cada una de las profesiones que compartía desde la perspectiva de la cabina de interpretación. De este modo, después de contagiarme del entusiasmo de los deportistas que nos representaban y soñar con ser olímpica en vela ligera llegué otro día a casa decidida a convertirme en la mejor coach. En respetado cirujano infantil. En la más eficiente ortodoncista. En la reconocida directora de una editorial. En fabricante de salvaescaleras. En modelo de alta costura. En conductora de la nueva línea de metro. En actriz, en escultora. En enfermera. En presidenta de un consejo de administración.

Pronto me di cuenta de que me resultaría imposible abarcar tanta profesión por atractiva que fuera, y decidí dejarme llevar y disfrutar poniendo voz a todas esas personas que he tenido el privilegio de interpretar y llevarme a casa un poquito de cada una de ellas. Porque no puedo negar que todos y cada uno de mis clientes han dejado en mí algo de su persona, y me han hecho crecer también profesionalmente.